De niña le pellizcaban los mofletes nacarados,tímida como un pajarito cantaba en voz baja y se escondía tras las faldas de su madre.Su pelo largo con bucles estaba siempre enredado en sus dedos,jugaba con él hasta que encontraba otra cosa mejor que hacer...El verano no le gustaba y pasaba las tardes frente a una nevera abierta siempre y cuando no la descubrieran y roía como un ratoncillo los hielos escondida debajo de una cabaña hecha con retales entre sillas.Nunca le hicieron falta amigos reales,porque realmente no estaba sola.Por la noche le iban a visitar en sueños los duendes que la arropaban y le contaban historias que sólo ellos sabían.
Maldita costumbre tenía de morderse los puños de los jerseys con la mirada al suelo cuando había mucha gente,se sentía como una avestruz que escondía la cabeza en tierra para que nadie la viese.Soñaba con tener poderes y llegar a hacerse invisible y poder volar sobre tejados cogida de la mano de peter pan hacía el país de nunca jamás...Una mañana su madre fue a despertarla y ella ya no estaba,a su madre no le sorprendió,pues ya sabía que aquella elfa que un día encontró volvería con los duendes convencida de que la vida real no era para ella...Hoy vive con las flores,en una casita de hongos.Seguramente la habrás visto alguna vez,porque reparte sueños todas las noches...
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