jueves, agosto 27, 2009

Abismo

Tenía tiempo, por aquél entonces lo tenía.
Sentada al borde de la cama se rió, lloró, despertó, soñó, murió de placer... Por aquél entonces, tenía toda la vida por delante.

Tengo ese sueño, continuamente, donde la sangre se escapa de mi cara y el suelo de mis pies, donde siento que mi estómago va a estallar de miedo, de vértigo...

Me miro en un espejo, ya no está empañado por mis ojos, las cosas pasan por una razón, da igual lo que pase, da igual si es malo o bueno, si río o lloro. Quiero quedarme al borde de ese abismo, cuando nadie quiere mirar, cuando las cosas se ponen feas o muy difíciles, miro ese abismo, como la cueva del conejo blanco de Alicia y siento que me caeré, sin remedio, siento que, o me caigo, o me tiro, y solo me separa de ser libre el miedo, todo ese miedo que he sentido toda la vida, miedo de saber, de conocerme, de saber como soy en realidad...
Miro en ese abismo, y me veo, me veo siendo tan feliz que podría morir de felicidad...Ser feliz, al fin y al cabo, sólo depende de mí.

Quiero ser sin importarme quien esté mirando o juzgando.