Desde hace tiempo he podido notar en mí un sentimiento de deshecho y tristeza, no he sabido como afrontarme, no he podido dominar la desidia que abrumaba mi vida inevitablemente y trataba de subir los peldaños rotos del sendero cuesta arriba...
Es posible que mis rodillas ahora sean la lacra que cuelgan de mis extremidades inferiores y nada más, despellejadas de arrodillarse, cansadas de caer, de tropezar y doler, no hay caminos que me curen las heridas, pues todos me conducen al mismo lugar, a la misma situación...
Toda la vida, tan henchida de aire se me ha caído al suelo como un globo que un niño explotó con violencia...Miro a mi alrededor, y mi aire, el que me toca, se lo han quedado los que iban delante, se llevaron hasta el aire que había en mis pulmones, yo dejé de ser para pasar a ser la ausencia...
Creo que he muerto, un poquito, nadie vino a mi funeral y nadie suspiró ni una sóla lágrima por este ente que de vez en cuando se da cuenta de lo muerta en vida que ha estado...
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