Cuando el vacío es lo único a lo que te agarrarás porque estarás muerto...

Me he descubierto diciendo adios a tus poemas, te he descubierto diciendome adios sin mirarme, tan quieto, en tu templo tan alto que es el cielo, mientras das media vuelta y atisbo a ver una lágrima en tu mejilla izquierda...Yo me voy, despejando dudas para dar paso a otras más dolorosas, mi piel se rompe porque el peso de tu cuerpo es el que llevo anclado a mi ser, me desarma el alma, siempre me cala la vida y deseo tener un recuerdo de lo que fuera mi ayer, ese que hoy está muerto. Tengo tu boca tatuada en mis labios, un beso inexistente y silencioso que me robó los sueños más bonitos de mis noches en vela... Sé que ya es tarde, siempre ha sido tarde para tí, porque yo siempre he sido, pero nunca llegué a ser, lo que habría sido de repente en una tarde de lluvia en tu tejado...
Ahora te doy las gracias, por mentirme y poner al menos una sonrisa en mi cara y una preciosa rosa, aunque a veces espinada, en mi corazón...