Siento como las palabras recorren mi cuerpo sin decirme nada, pienso, siento y luego miro a través de sus ojos cristalinos, a través de sus ojos de recuerdo tenue y olvidado, nunca jamás fueron tan azules como aquella noche que aun sin conocerle ya le tenía dentro de mi ser como algo grande que atravesaba mi alma...
Primero fueron los besos los que se borraban de mis labios, luego mi corazón dejaba de latir a menudo y los suspiros más profundos se los llevaba el viento del verano frío.
Necesito la palabra eterno, necesito sentirla en mis venas, jugar a inventarla según salen de mi boca, aún sabiendo que el dolor pueda ser eterno...
Que bonita palabra, ETERNO...pero nada es eterno me dice una voz...
5 comentarios:
Quizás solo sea eterno aquello que guardes muy fuerte dentro de ti, el resto...baila constantemente al son del tiempo, esa palabra que no existe y además se escapa.
Nada es eterno, la muerte (unida al olvido, voluntario o involuntario) separan lo eterno de lo personal.
por ahí escuché que..."el aMor es eTerno mieNtras duRa"...
Yo leí: "El amor enterno dura tres meses". ¡Qué dolor!
efectivamente, lo eterno dura un instante, de ahí su grandeza y nuestra contradicción.
un abrazo
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