Él la miró con los ojos rotos, ella ya se había ido muy lejos, anteriormente él se había encargado de vaciarla por dentro, ella perdió la capacidad de sentir algo, cambió de sitio su corazón por el estómago, y tuvo que hacerlo sí quería sobrevivir... La guerra duró muchas lunas, tenían una pistola cargada, pero guardada en un cajón, un cajón que ni sabían que existía. Un día él abrió ese cajón y dejó de pensar, cogió la pistola y apuntó directamente al estómago de ella, tuvo que cambiar el corazón por el estómago, y si no lo hubiera hecho, le hubiera volado el corazón... Ella pasó mucho tiempo arrastrando su cuerpo por la tierra donde juntos caminaron tantas veces de la mano.
Estaba rota, se volvió silenciosa, a veces demasiado escandalosa, a veces una loca con un globo en forma de luna, a veces cansada, a veces confundida y desconcertada... Muchas noches pensó que iba a ser la última noche, que el dolor pararía por fin, que antes de romperse del todo moriría... Porque, cuanto dolor resiste un estómago? Cuantas balas necesita alguien para matarte?
Entonces él empezó a mirar atrás, pero ya era muy tarde, ella ya estaba demasiado lejos de él y de la luna... Ella siempre había sobrevivido ... Sólo que ahora había cambiado el corazón por el estómago...
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