miércoles, octubre 23, 2013

La caja de Pandora

Aun desgrano día a día las señales de tu paso por mi cama, las miro, las reconozco e intento olvidar que son tuyas echándome a otro lado…
La soledad de una cama deshecha, un desconocido que ronca a tu lado, despierto e intento averiguar su nombre. Siempre me sale el tuyo aunque ya no me acuerde y les llamo a todos igual. Sentir que mi piel no pega con ninguna salvo con la que dejaste tú en la vitrina de trofeos, ya ajada y rota por el tiempo, a veces los recuerdos vienen más vívidos cuando no lo intentas.

Quizá quedé muda porque te llevaste mi voz, quizá vago por los bares donde te encontré buscando colillas a medio fumar para recogerlas, como nos recogimos aquel día que perdimos la esperanza…

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