Yo... no me atrevo a recordar, no me atrevo a sonreír, no me atrevo a ser feliz. Sí... tengo miedo de perder la cabeza otra vez, si por ti ya la perdí. Tú... que me haces esconder mis latidos bajo piel, no te quiero molestar. Pero, yo... me he empezado a encabronar, siento que no tengo na' y reviento porque sé... Que te quiero a pesar que tú sí puedas estar sin mí. Te mentiría si digo que en todo el día no pienso en ti. Porque muero al pensar que has escondido tu corazón. Vuelvo a mentirte diciendo que nunca sería tu trovador. Porque muero al pensar... Yo... cuando duermo sueño que la luna alumbra tu piel abrazada junto a mí. Pero, no... me despierto y tú no estás y a mí me come el colchón y ya vuelvo a recordar. Que te quiero a pesar que tú sí puedas estar sin mí. Te mentiria si digo que en todo el día no pienso en ti. Porque muero al pensar que has escondido tu corazón Vuelvo a mentirte diciendo que nunca sería tu trovador. Yo... me consumo en la realidad de olvidarte, me olvidaré. Quise intentarlo pero fallé. Siento que te me vas a cada paso que doy sin ti. Ardo desnudo en la soledad cuando te llamo y no estás aquí. Déjame reventar el horizonte del porvenir, dándole al sueño una realidad con las caricias que hice por ti. JERE |
sábado, junio 28, 2008
Te mentiría
martes, junio 10, 2008
25 horas al día
Cómo puedo contener
todo lo que llevo dentro?
si estoy tratando de aguantar
desde el primer momento
solo con tocar tu piel
solo con sentirme dentro
digo yo q será?
por qué coño está pasando esto?
y es que te mueves como nadie se ha movido antes
me preocupa que te vayas y no dar la talla
deja ya de sonreir así
25 horas al día atrincherados en la cama
como sigas se me para el corazón
ya ves mírame que bien me voy acostumbrando a ti
25 horas al día sin probar otra bebida
que el veneno adicto al corazón
me deja de latir,
me dejaré llevar por ti, otra vez
trataré de no pensar
dejaré mi mente en blanco
si cada vez que voy a hablar
me dejas sin aliento
noto el vaho en mis oidos empapados de gemidos
y a cada caricia que das me quema tu cuerpo
y es que te mueves como nadie se ha movido antes
me preocupa que te vayas y no dar la talla
deja ya de sonreír así
25 horas al día atrincherados en la cama
como siga se me para el corazón
ya ves mírame que bien me voy acostumbrando a ti
25 horas al día sin probar otra bebida
que el veneno adicto al corazón
me deja de latir, me dejaré llevar por ti, otra vez
ya va saliendo el sol
ya no me asusta amanecer bajo otra piel.
La vieja Morla
La soledad enferma el alma
A veces te siento cerca, demasiado cerca, tan cerca que cuando te alejas siento como si arrancaran un pedazo de mí. Las ganas nunca las pierdo, por muy cerca o muy lejos que estés.
¿Sabes qué días son los peores? Los de lluvia, mis favoritos, en esos días la soledad te cala el alma como la lluvia te cala la piel, dos sensaciones que te hacen darte cuenta de que estás vivo, aunque sólo una de ellas te quita las ganas de estarlo.
La soledad enferma el alma...
Cuando te das cuenta de que el tiempo acaba con todo, empiezas a odiarlo, pero cuando te das cuenta de que el tiempo no existe, te acabas odiando a tí mismo por odiar algo que nunca podrás odiar...
Conmigo...
Noviembre, seguimos en trance tras una batalla más dura que la que vivimos en solitario, y las cosas que te dicen al oído te ponen los pelos de punta, yo no quise sentenciar lo que iba a pasar, sólo quise poner orden en mi vida, pero las olas se llevaron el castillo de arena. Hoy por hoy no hay gran vacío, pero sí un gran vértigo, que sabemos que existe, pero también sabemos que quizá eso es lo que nos de la fuerza para ganar mil y una batallas más, mientras haya alguien que nos de la mano con fuerza...
PUEDES CONTAR CONMIGO
lunes, junio 09, 2008
Madrid, te quiero.
Mis palabras son un bagaje desgastado por las aceras de este Madrid hambriento y lleno de gente. Porque he andado mucho por esta ciudad y sin verla ya me acuerdo de como sabe probar su noche, con los ojos cerrados ya me deja tocarla, sentir que aunque esté sola a ella siempre la tendré...
Me conoce, sabe que mis ojos se han puesto tristes demasiadas veces, sabe que he cometido muchos errores y que aún deseo cometer más. Puede que me encuentre entonces, cuando mire su cara y ya no haya recuerdos por los que llorar.
Debajo de un paragüas, debajo de la nada busco la nada bajo mis pies, que se van solidificando a su lado, que se van quedando quietos y a veces descalzos...¿Qué me va quedando, pues?
Ahora merece la pena correr, gritar, soñar, que mi corazón un día de éstos al final va a estallar...
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