domingo, noviembre 13, 2005

Infancia adulta


Con aquellos ojos embriagados miraba al gato persa de su madre desde el cuarto de las luces, ella tenía heridas en el pecho, ya empezaba a desarrollarse y dolía, el crecimiento se le clavaba dentro y acortaba sus alas blancas y se le desplumaban con cada latigazo de malas intenciones...
Su llanto alegre menguaba y dejaba paso a una extraña sonrisa que no era triste,ni alegre, de Mona Lisa...
Su peor pesadilla asomaba y sentía la simpleza y la imaginación detenida.
Su muñeca favorita, tirada en el suelo, movía los brazos y pedía auxilio, ella extendía un dedo desde el sillón y no acertaba a nada más que hacer correr las manecillas de un reloj roto.
Su alma a ratos levitaba para asomarse a la ventana y respirar, para poder bajar a la calle con sus amistades olvidadas y se le hacía pequeña la casa, como su ciudad, hermosa y acogedora igual en cada momento...
Y cada día la televisión le hablaba de viajes astrológicos que nunca podría realizar y se sentía de nuevo atrapada, en aquel cuerpecito infantil y pedía con todas sus fuerzas que algún día no le colgaran los pies sentada en el sillón,sentada en el mundo que le tocó vivir...

5 comentarios:

El chico desenfocado dijo...

Quizás a su mundo se lo comieron los baobabs.

no_se_es dijo...

.algún día sus piés llegarán al suelo, o mejor el suelo subirá hasta sus piés.. conservemos una parte de infancia en este mundo de adultos..
preciosa alma..gracias por volver.

Kahlo dijo...

mmm... me la imagino allí sentada y me recuerda a la tristeza más pura. Una tristeza eso sí, con esperanzas.

E dijo...

Qué triste... qué hermoso pero qué triste. A veces siento que mi juventud también pasa entre miradas a los gatos callejeros y ventanas que dan a ninguna parte. Observar demasiado te pone alguna que otra lágrima de más.

Enric Draven dijo...

La mayoria de nosotros estamos sentados en el mundo que nos toca vivir, lo importante es luchar para levantarse, i vivir lo que en tu deseas :)

saludos!

Enric