Venzo mi poca fuerza cuando no estás, y si te tengo delante te imagino, imagino lo que podríamos ser y no somos, imagino que te vas y dudo, luego todo es incertidumbre, de la que te muerde el estómago y no sabes si dejarte ir o volver a curarte la herida una y otra vez, con hilo roto y deshecho, con palabras que enredan y salvan...
No sé si saltaría de nuevo en ese mismo vacío de siempre, no sé si somos ya unas estatuas de sal que esperan a ser golpeadas y destrozadas...
Mi valentía ciega se nubla, se pierde, se arrepiente...
A veces los corazones muertos son los más libres...
Tal vez... Qué pasaría si...?
Qué más nos merecemos o queremos...?
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