jueves, junio 24, 2010

Resaca de mares revueltos

Suenas como cuando tus labios queman mi piel.
Suenas como cuando suenas tan despacio que mis oídos no te oyen...
Te escucho, tan profundamente tan dentro de tí que las palabras mueren en tu lengua antes de nacer...
Meces mi alma confiada hasta hacerme caer en un pozo sin fondo, desarmando, derritiendo, secando los motivos por los que se me ocurre huír y no mirar atrás...
Ahora se nos hace absurda y rara la despreocupación, inventas, invento palabras y gestos que nos hacen desconfiar...

Pido de nuevo otra tregua, porque hay motivos...

"No tengo nada que perder, para perder, te quiero demasiado, no juego más, te amo"

Y no voy a dejarte girar en círculos solo, porque decidimos que andaríamos en línea recta, porque ahora que podemos caminar de la mano ya no quiero correr más, quiero que andemos despacio, para medir cada paso que puede hacernos tropezar y caer, no quiero caer de nuevo, prefiero que volemos y cuando la noche sea tan oscura que no nos deje ver podamos echarnos un rato por donde quiera que estemos y descansar mirando las estrellas desde una cama de agua.

Pensar, que cada día es uno menos para vivir y uno más que disfrutar.
Nos queda más que el camino de vuelta, nos queda surcar mil mares más... Aun no es la hora de rendirse ni de naufragar...